Ermita de Santa Ana

“Un molino viejo, una caseta también vieja, llamada el Consulado, y la taberna de Eguskiza eran los únicos edificios que existían el año 1860 en esta hermosa vega. Una solitaria playa e inmensa, triste como los desiertos de Arabia…”

Así describía el 14 de Mayo de 1885 Manuel Azcárraga y Regil el pasado de Las Arenas: Desde Lamiako hasta Algorta el terreno era inhóspito, nada apetecible y casi imposible de transitar. Los incontrolados ríos Gobela y Udondo dominaban entre las cañas y juncos, poblado de parásitos, con flora ecuatorial de nenúfares. 

Un día pasó por allí el comerciante Máximo Aguirre Uriarte. Con visión certera se imaginó un paisaje idílico, una zona residencial junto a la ría y al mar. Compra a bajo precio un millón de metros cuadrados, desde el monte Axpe hasta los arenales de Getxo. Es decir, lo que hoy es el muelle, todo el barrio de Santa Ana hasta la calle Mayor y casi todo Romo. Es el 15 de Septiembre de 1856. 

Empezó a encauzar los ríos, se sanearon, se reforzó la ría, se repoblaron de pino, se fijó la tierra con árgomas. Fallecido en 1865, sus hijos continuaron el proyecto cuyo punto clave fue el “Establecimiento de Baños de Mar” en 1868. 

La ermita de Santa Ana 

La iniciativa de dotar un servicio religioso a la nueva situación se debe a la viuda, Francisca Labroche. Ella donó el terreno y asumió los gastos de construcción de la Ermita, que se levantó en 1864. Tenía gran devoción a Santa Ana, la madre de la Virgen, por lo que se puso bajo su protección. En uno de sus viajes a París adquiere la talla que preside la Ermita. El proyecto es de Pedro Belunzaran, que diseñó la zona y el constructor es Modesto Echániz Zavalla. La Ermita se inauguró el 25 de Enero de 1865. 

El servicio religioso dependía de San Nicolás de Getxo, pero dadas las distancias y dificultades se llevaba a cabo sin continuidad. Por otra parte, trasladarse a la Parroquia resultaba, no pocas veces, una odisea. Al ir creciendo el número de feligreses, en 1872 se logró que para las fiestas hubiera un capellán fijo. Este fue don José Gorondonea. Todo cambió cuando el 1 de Enero de 1913 se erige como Parroquia Las Mercedes, que asume una amplia jurisdicción. 

El 11 de Mayo de 1992, los herederos formalizan una escritura de donación a la Diócesis. 

Estructura 

Iglesia de planta en forma de paralelogramo rectangular de 31 pies de ancho por 51 de largo, es decir 133 m2. Construcción de cantería, de piedra labrada en la fachada principal y de mampostería en el resto. Armazón de pino del Báltico y cubierta de pizarra. 

El retablo donde actualmente se asienta la imagen procede de Santa María de Portugalete. También cuenta la Ermita con un cuadro de la beata Rafaela Ibarra, donativo de sus familiares.

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